Matilde López, líder indígena del pueblo wayuu, ganó hoy el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en la categoría "defensora del año" por su lucha a favor de los niños en La Guajira, donde el índice de mortalidad infantil es superior al de Etiopía.
Obtuvo la distinción principal de este premio, que fue entregado por la fundación sueca Diakonia en colaboración con la Unión Europea (UE).
"Lo que el Gobierno hace y deja de hacer en La Guajira es un infanticidio", afirmó López en una entrevista tras recibir el galardón en la categoría "defensora del año" que cuenta con otras cuatro categorías que lo que hacen es reconocer el trabajo individual y colectivo por la defensa de los derechos humanos en Colombia.
Los miembros de dicho jurado resaltaron de Matilde z el haber logrado "visibilizar la crisis humanitaria que atraviesa el pueblo wayuu", que habita la península de la Guajira, bañada por el Caribe y fronteriza con Venezuela.
Para la dirigente de 34 años, la muerte de los niños, "a punta de hambre" es incluso peor que la de aquellos que han perdido la vida en las últimas décadas a causa de la violencia generada por los diferentes actores armados.
A su juicio, "cuando recibes un tiro mueres en dos minutos", mientras que las consecuencias de la desnutrición se prolongan durante meses o años.
A su juicio, "cuando recibes un tiro mueres en dos minutos", mientras que las consecuencias de la desnutrición se prolongan durante meses o años.
La situación que atraviesa La Guajira, en su opinión, se debe a que "el Gobierno colombiano ha hecho omisión" del ejercicio de sus deberes y ha dejado a la región en un estado de "abandono absoluto".
Según los datos oficiales que ella maneja, en los últimos 5 años han muerto más de 4.000 menores de 5 años, una cifra que, que deacuerdo a sus cálculos, sería superior porque la mayoría de los fallecidos pertenecen a comunidades indígenas, donde no hay registros.
"Aquí -en La Guajira- está pasando lo mismo que en África. Cuando alguien se refiere a África, inmediatamente la mente de cada ciudadano va a al problema del hambre", comentó.
López alertó que, de continuar el actual estado de abandono, "miles de niños morirán" en los próximos años.
Para concienciar a su pueblo y aunar a los wayuu en el reclamo de sus derechos, la galardonada se ha enfrentado a ese "altísimo índice de analfabetismo" y al hecho de que "un 99 % de los miembros de estas comunidades no habla español", lo que dificulta la propagación de su mensaje.
El reconocimiento obtenido hoy le permitió hacer un llamado a la comunidad internacional en general: "que el mundo entero sepa lo que está pasando", apuntó.
Pidió garantizar el derecho de las comunidades indígenas a contar con condiciones "dignas y apropiadas".
Mientras eso sucede, la merecedora del premio prometió seguir luchando en "defensa al derecho a la vida" para garantizar la supervivencia de los wayuu.
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